Me levanté agotada puesto que me había quedado estudiando por la noche. Acabé de meter las últimas cosas en la mochila de educación física y empecé a prepararme. Mis amados pantalones de chándal, super cómodos, una camiseta y una sudadera que me gusta bastante, me recogí malamente el pelo y bajé a desayunar mientras miraba instagram.
Me puse mis Nike violeta hipercómodos.
Subí, me até el pelo en una coleta alta, me lavé los dientes, cogí mis cosas y me largué al instituto.
***
En el bus intentaba estudiar para una supuesta prueba que teníamos ese día, pero me quedé dormida, me había pasado esa semana varias veces, necesitaba urgentemente dormir.
Al llegar al instituto me encontré a Martín, me alegraba mucho que nuestra amistad no se hubiese estropeado por lo pasado en la "fiestecita". Al día siguiente me había tratado con normalidad y yo a él , al principio tenía miedo que que todo se estropease. No habíamos halado sobre el tema y yo aunque pareciese una tontería necesitaba saber que le parecía, por lo que le dije de quedar aquella tarde y aceptó.
***
Las clases transcurrieron con normalidad y al acabar me fui a comer con unas amigas que conocí en la academia de inglés.
Les expliqué un poco mi día: El examen me había salido bastante bien y en Educación Física habíamos empezado a formar los grupos para el baile de acrosport. Era algo de lo que tenía muchas ganas. Aunque mi equipo estaba un tanto lejos de lo bueno no estaba descontenta y confiaba en que todo acabase bien.
Ellas me contaron su día y nos fuimos juntas a la academia. Fue un camino, como decirlo, mojado, no es que lloviese, no es que me resbalé y quedé con el dorso y la pierna izquierda un tanto empapados de más. No me era demasiado agradable ir así pero no tenía otra e intenté disimularlo, sin resultado.
***
Al terminarme fui a la biblioteca a acabar deberes y leer, había quedado a las seis con Martín en el parque y allí estuvimos ambos puntuales. Nos sentamos en los columpios como solíamos hacer mientras comíamos chuches. Era muy agradable estar allí hablando de cualquier cosa y riéndonos. Se debía de notar que estaba nerviosa por como empezar la conversación porque me preguntó:
-¿Pasa algo? Te noto preocupada.
-No es que pase algo-comencé-es que hay una cosa que llega unos días rondándome. Es genial que nuestra amistad siga igual y todo sea tan natural. Pero no estoy segura de si esa naturalidad es fingida. No se si quieres hablar de esto...
Me cortó con su risa.
-¿Qué tiene tanta gracia?-Pregunté confusa.
-Como se nota que eres demasiado buena para que nunca te haya pasado algo así alguna vez. En una fiesta con alcohol es fácil desmadrarse así, no es la primera vez que me pasa algo así, no le tienes que dar importancia, son cosas de las que luego te ríes. Te tengo que llevar a más fiestas para que veas como es la cosa.
Nos empezamos a reír, y me sentí muy aliviada.
-Tienes razón, no vale la pena darle importancia.
Pasamos en resto del día en su casa jugando a la play, sinceramente me lo pasé genial. Y le gané unas cuantas veces, aunque él lo niegue.
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