Todo el mundo estaba durmiendo menos yo, en mi habitación, mirando al armario, pensando. Por una noche no eran pensamientos tristes, del todo.
Pensaba en la soledad pero de un modo amoroso. Sentir que alguien te quiere, que le importas. Pero yo no tenía nada de eso. Sería bonito tenerlo.
***
Me levanté muy cansada, más de lo normal. Me vestí, desayuné, lo normal una mañana de instituto. Hasta me heché una minisiestecita porque me sobró tiempo.
Cogí mi mochila y mi archivador, me puse los cascos y móvil en mano salí hacia el instituto. Aunque normalmente voy en bus hoy decidí ir andando porque necesitaba despejarme y pensar. Por el camino me encontré a Martín, me puso el brazo sobre el hombro y fuimos hablando durante todo el camino. Nos despedimos con un beso y cada uno se fue a su respectivo instituto.
Entré y Tea me miró con cara de "uhh que me he perdido".
-No tenemos nada y lo sabes.-le dije
-Mejor, así me lo puedo ligar yo.
Nos reímos juntas. No es que a Tea le gustase Martín pero estaba muy bueno y era muy guapo y digamos que le atraía.
Sonó el timbre y entramos, las clases transcurrieron con tranquilidad. En el segundo recreo fuimos a la puerta trasera del instituto y estuvimos hablando con unas compañeras de la academia de inglés, se suponía que no podían estar ahí pero mejor no hablemos de cosas que no se pueden hacer.
Nos dijeron algo que nos impactó mucho y no me lo quité de la cabeza, era, inimaginable. Pero ahora eso no importa.
***
Volví a casa sola, andando, estaba un poco depre, a pesar de que no había pasado nada especial veía a la gente volver a casa en grupos y me sentía sola, que era, como estaba.
En ese momento noté unas manos en mi cintura, me giré rápidamente y me aparté; solo era Martín, me había asustado, le pedí perdón y me dió un abrazo. Tenía cara preocupada y le pregunté que pasaba. Me contó lo que me habían contado mis compañeras de inglés. Hablamos de ello hasta que llegamos a su casa, le dí un beso y terminé mi camino con los cascos puestos metida en mis pensamientos.